Si está planificando desde ya unas vacaciones para las festividades de Acción de Gracias, Fin de Año o para escapar del invierno, las Islas Vírgenes de Estados Unidos son una alternativa tentadora sin necesidad de tener que salir del país.
Las tres joyas principales que componen este territorio estadounidense son St. Thomas, St. John y St. Croix, donde podrá disfrutar de un clima tropical con playas envidiables y en compañía de las mansas aguas del Caribe.
Con una población de casi 100,000 habitantes, las tres islas se caracterizan por ser un oasis para el turista que busca tranquilidad, buena comida, algo de ron, playas limpias, compras de artículos de lujo libres de impuestos, y también la posibilidad de aprender un poco de historia de la zona.
Aunque este destino turístico es popular dentro de los paquetes de muchos cruceros, la ida por aire también es factible. Tanto en St. Thomas como en St. Croix hay aeropuertos que brindan fácil acceso a los visitantes. De hecho, en 2022, los vuelos directos aumentaron en un 30% en comparación con el 2019, lo que destaca la creciente demanda de viajes a las islas.
Según la Oficina de Turismo de las Islas, este año se han recibido cerca de 295,000 pasajeros de aerolíneas, marcando un crecimiento significativo del turismo con un aumento del 15% en la llegada de visitantes.
“Este crecimiento se refleja en sólidas tasas de ocupación hotelera, con una recaudación de impuestos sobre la ocupación de habitaciones de hotel que totalizó $45.6 millones y una tasa de ocupación hotelera del 75.2% para el año fiscal 2023”, se informó.
Y es que desde hace algún tiempo el turismo de las Islas Vírgenes de Estados Unidos ha experimentado un palpable crecimiento.”Entre 2019 y 2021, hubo un aumento notable del 35.2% en las salidas de vuelos. En el 2022, los vuelos directos aumentaron en un 30% en comparación con el 2019, lo que destaca la creciente demanda de viajes a las islas”, indican las cifras oficiales.
Es más, para sacudirse de la pandemia, el sector turístico adoptó una estrategia que ha dado resultados. “Aumentar la conectividad aérea y las estancias nocturnas contribuyó a esta resiliencia”, indicaron fuentes de la Oficina de Turismo.
De cara al futuro, las autoridades apuntan a un mayor desarrollo turístico con un enfoque particular en estrategias de transporte aéreo. “Después de que la pandemia interrumpiera los viajes globales en 2020, las Islas Vírgenes experimentaron un aumento en el tráfico aéreo, principalmente de viajeros estadounidenses que buscaban destinos seguros”, precisaron.
No obstante, “a medida que la crisis de salud decrecía, la competencia por atraer al turista hacia el Caribe y en el territorio continental de Estados Unidos ha regresado, lo que ha llevado a desafíos en la disponibilidad de aeronaves”.
Razón por la cual, las Islas Vírgenes están adaptando su planificación estratégica para abordar las realidades actuales de la industria de viajes”.
Al día de hoy a las islas llegan vuelos de aerolíneas como Air Sunshine, American Airlines, Cape Air, Delta, Frontier, JetBlue, Liat, Seaborne, Silver Airways, Spirit, Sun Country Airlines y United Airlines.
“Existen oportunidades para nuevos servicios directos o capacidad adicional de asientos tanto en St. Croix como en St. Thomas, dependiendo de la ciudad de origen, el hub de conexión y la demanda del mercado”.
Se esperan resultados positivos para contar con nuevos servicios y ampliar otros desde importantes ciudades que incluyen Nueva York, Filadelfia, Boston, Raleigh, Orlando, Washington y Baltimore.
Pero echemos un vistazo a los principales atractivos de las islas donde incluso hay una notable presencia laboral hispana y de emprendimiento.
“Es importante enfatizar que la influencia y la cultura hispana son significativas en todo el territorio. Su presencia mejora nuestro tejido cultural y fortalece nuestra economía, creando un ambiente más inclusivo y acogedor para todos”, aseguran las autoridades de turismo.
St. Thomas, con un toque más urbano
Esta isla se caracteriza por tener una personalidad un poco más urbana pero sin perder esa esencia de apariencia colonial en sus calles y edificaciones.
Allí la oferta de bares y restaurantes para degustar exquisiteces culinarias que pueden ir desde comida caribeña a mexicana y hasta española.
Pero también esta isla ofrece una mirada al pasado. Sin duda una parada obligada es el Fuerte Christian que fue construido en 1680 por los dano-noruegos que en su momento colonizaron la zona. Allí utilizaron el sitio como un lugar de defensa del gobierno, aunque también tenían celdas en el subterráneo. La estructura del lugar se mantiene casi que intacta.
Y si no le teme a las alturas y quiere disfrutar de vistas espectaculares puede hacerlo desde Paradise Point. De paso, es la oportunidad perfecta para tomar uno de los famosos daiquiris o comprar souvenirs en la tienda que se ubica en la cima.
Demás está decir que la isla también tiene todas las actividades de playas, deportes acuáticos. Puede escoger entre las playas Magens Bay, Coki, Sapphire y Lindquist.
St. John, enclave de playas y montañas
Si su meta es pasar más tiempo rodeado de la naturaleza, St. John es el sitio perfecto. Desde que pone un pie en la isla va a sentir que se desconecta del mundanal ruido. Un imponente paisaje de montañas con vistas a las playas -la mayoría accesibles al público- hacen que el visitante tenga una experiencia paradisíaca.
Además, allí se encuentra Trunk Bay, catalogada recientemente como la sexta mejor playa del mundo. “Es famosa por su impresionante sendero de snorkel submarino, que permite a los visitantes, incluyendo a los hispanos, explorar vibrantes arrecifes de coral y encontrarse con colorida vida marina. La playa está rodeada de exuberante vegetación y ofrece excelentes oportunidades para buscar conchas y tomar el sol”.
Aquí también yacen sitios históricos como la Plantación Azucarera Annaberg, que permite un viaje al pasado colonial de la isla. Los visitantes pueden explorar las ruinas de una plantación danesa, aprender sobre la historia de la producción de azúcar en la isla y sobre las personas que trabajaron allí, incluyendo a los africanos esclavizados y sus descendientes.
Y quienes disfrutan de largas caminatas pueden aprovechar las oportunidades de hacer senderismo en el parque nacional de la isla.
St. Croix no se queda atrás
Con una superficie un poco más plana y una vibra bastante cultural, St. Croix también tiene sus atractivos que van desde visitas a sitios históricos como el Fuerte Christiansvaern, el monumento Point Udall Millenium -que marca el punto más este del territorio estadounidense-, hasta festivales, y la oportunidad de disfrutar de playas privadas en resorts.
Un recorrido recomendado es la visita a Christiansted. Esta parte de la ciudad se caracteriza por mostrar una arquitectura colonial danesa pero sin dejar de lado la influencia caribeña.
La recomendación de las autoridades de turismo es programar visitas en torno a los festivales como el “Taste of St. Croix” para disfrutar de platos caribeños.
En St. Croix también tiene lugar el “Festival de Navidad Cruciano” que dura un mes. Por lo general arranca el primer sábado de diciembre y termina el primer sábado de enero. Se caracteriza por desfiles y procesiones de motos acuáticas, entre otras actividades coloridas.
Y para quienes aman hacer kayak el “Salt River Bay National Historical Park and Ecological Preserve” recibe con los brazos abiertos a los buscadores de aventuras.
Las Islas Vírgenes de EEUU esperan a los hispanos con los brazos abiertos.
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